ME TOCA A MI - Pordenone Trasgressiva

ME TOCA A MI - Pordenone Trasgressiva

Una película, un juego, un vino, y mucha música, la combinación perfecta en compañía de mi vecino el chico italiano que me traía como loco desde que lo ví por primera vez en el ascensor. Entre la música y los juegos, el vino me calentaba, lo hacía a propósito, lo miraba fijamente, y justo veia debajo de su pantalón, donde se veía aquel bulto de apariencia enorme que deseaba tener en la mano, la boca y en el culo. Bastaron solo 3 tragos para tocarlo y encenderle las ganas de cogerme, se notaba que era reservado pero que era a la vez un demonio del sexo que quería a toda costa al menos una mamada, pienso que su idea era sacarse o mejor dicho, dejarse sacar toda esa leche, y quien mejor que yo, su vecino, el apenas conocido pero el que primero se habría cogido. Un olor que se mezclaba con sudor y perfume, y se llenaba de gloria con el esplendor de aquel gigante y grueso pene que estaba tan duro como el mismo marmol. Dioooooossssss.... Pensé incluso que era mas pequeño, pero la boca me hablaba por sí sola, no me cabëa dentro, y pues, como soy goloso, lo quería justo para desfondarme el culo, para que me lo partiera sin ninguna compasión ni piedad. Lo hacía tal como lo pensaba, me dolía en culo de tanto grosor, sentía que me llegaba a la garganta, no sabía como podía hacer para no gemir, estaba tan excitado que sin tocarme me hizo venir una vez, y luego, otra, y luego otra, eran tres veces en que de tanto cogerme me iba solo. De repente, escucho una frase que me dejó intacto: "Me toca a mí".... No lo podía creer, me pedía que lo cogiera, que lo penetrara, que lo cogiera tan duro que lo hiciera llorar, pues, yo no lo tengo así de gigante per estoy muy bien hecho, y cumpliendo sus órdines, así lo hice, y duré muchísimo porque ya había tenido tres eyaculaciones solas, gracias a esa enorme pija. En fin, lo que mejor recuerdo de esa noche de tragos es su voz diciendome justo eso: "ME TOCA A MI"... Si, que toque mil veces mas, soy tu puta y tu la mia, nos cogemos y nos tragamos los huevos hasta mas no poder, al fin y al cabo, cada vez que quedamos solos en casa, solo basta tocar la puerta para encontrarnos.

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